sábado, 19 de mayo de 2012

El Peta-Zeta léxico

No se trata de una nueva droga de diseño. Tampoco es un fenómeno lingüístico acuñado por la rae, como repetida muestra de su lucidez. Hablamos del arte de crear nombres: el naming.

Una hora y media disponible para encontrar el nombre de una marca de zapatos. Llamadme pretencioso por pensar que en un periquete lo tendría listo, "en media hora estaré desayunando" -pensaba yo, muy convencido además. ¡Ay! Inocente de mí.
Opté por la exploración semántica, algo sencillo a priori. Pero no es hasta el momento en que has profundizado al máximo los campos semánticos que te das cuenta que estás en el pozo. ¿Cómo narices conecto ahora todos estos conceptos? Pondría la mano en el fuego por afirmar que todos empezamos por construir acrónimos. Zapatilla, Fuerte, Artesana: ARZAFU. Uy, algo va mal, estamos hablando de zapatillas y no de cocineros vascos.

Segundo round. Han pasado cuarenta y cinco minutos, tengo hambre, esto ya es algo personal. Pruebo una estrategia distinta: "Menos es más". Esta vez trato solo de acoplar dos elementos en el naming. Veo la luz en lo alto del pozo. Dispongo visualmente varias alternativas para compararlas. "Choff!", vuelvo al fondo del pozo al percatarme que ni un indígena de la tribu más remota de la selva amazónica (con antepasados arios) sería capaz de pronunciar esos artefactos consonánticos.

Tercer, cuarto, quinto round... Llegas al definitivo. Es algo sencillo y resultón. La clave fue la simplicidad, la fácil pronunciación y sobretodo el abanico de interpretaciones que podía tener según el contexto de la marca. Imaginemos que queremos denotar fortaleza. ¿Por qué añadir el prefijo /fort-/ si, por ejemplo, los sonidos oclusivos y sordos (K, T, P) denotan la misma noción?
Me siento satisfecho pero impotente a la vez. Pienso: "Pero si esta chorrada de nombre la podría haber sacado en los primeros cinco minutos!". Después de reflexionarlo unos días me doy cuenta de que estaba equivocado. Sin duda, el recorrido por las primeras propuestas deprimentes y barrocas fueron la clave para saber hacia dónde no tenía que avanzar. Cuando estamos ante un papel en blanco, el primer paso es marcar sus márgenes.

¿Por qué Peta-Zeta? os preguntaréis. Estos caramelos son especiales porque suenan en la boca, un buen naming también. Debe pronunciarse sin dificultad, tener sonoridad y ser de fácil recuerdo. Pero lo más importante y lo que más gusta a los niños (y no tan niños) es su sabor superconcentrado. El naming no tiene sabor, evidentemente, lo que este alberga es significado. Al pronunciarse o leerse debe estallar semánticamente, es decir, debe llenar nuestros oídos de sentidos distintos y relacionados. Esto es el naming, el arte de sintetizar para un posterior estallido de significado.


Eduard Mairal.

De cómo Darth Vader domina Doubleyou


Ayer fue el día en el que por fin pude ver con mis propios ojos lo que es una auténtica agencia de publicidad. Por dentro, sin papeles ni teorías baratas que se contradicen las unas a las otras. Una agencia real, importante y seria.

Vale, a todos se nos ha quedado tatuado en la piel las agencias de publicidad de los años 50 que tanto vemos en Mad Men. Muchas tetas, mucho adulterio y sobre todo mucho coñac caro. Pues bien, vamos a desnudar la realidad y ver lo que es una agencia publicitaria en pleno siglo XXI.

La agencia, "Doubleyou Barcelona" situado por Gracia, parada Fontana línea verde. A las 3 habíamos concertado una cita con la agencia para hacer una visita.
El edificio parecía sacado de las antiguas calles de Nueva York para colocarlo de estrangis en un barrio de la Barcelona más industrial que recordamos. A voz de pronto, juzgo y digo que parecía una antigua fábrica remodelada para dar lugar a una agencia de publicidad. Grandes ventanales, mucha luz y baldosas antiguas. Me interesa la comparación entre el propio concepto del trabajo durante la época industrial catalana y el ritmo de trabajo que llevaban los publicistas. Es cierto que apenas existían puertas, más bien filas y filas de mesas donde cada uno desempeñaba su función.

Llegamos a la hora acordada, y con los nervios a flor de piel, nos hicieron firmar un papel donde especificaba que dejábamos que nos grabaran sus cámaras. Bueno, el estrellato a mí aun no me ha llegado así que de momento lo consiento. Tarjetita identificadora colgando del cuello y carpeta con el color corporativo -verde- de la agencia, nos adentrábamos el que se nos antoja que sea nuestro futuro.

Así que carpeta en mano, a lo teenager con la foto de Justin Bieber pegada a ella, empezamos la visita. Una breve introducción por parte de dos de sus trabajadores y luego, 45 minutos para preguntar a quien quisiéramos, lo que quisiéramos.

Y así fue. En estos casos lo mejor es dejarte la vergüenza en casa, no sirve para absolutamente nada. Ni para dar buena impresión, ni para poder salir de ahí con buenos consejos. Me sorprendió lo mezclado que estaba todo. Un caos dentro del orden, en cierto modo. Pero fomenta el concepto de "co-creación" que ha de tener una agencia, así como el buen humor y el compañerismo entre todos ellos.

Aquí empieza lo bueno. Cada mesa de cada publicista era un mundo. Aunque si hubo algún patrón que me llamó la atención fue el hecho de todos los Darth Vader que vimos en muchas de las mesas. Incluso el típico casco del Gran Hermano negro. Quien sabe, puede que al final cuando te den el título de graduado en Publicidad y Relaciones Públicas te digan que te has formado para trabajar para el Señor Oscuro de los Sith o en el Imperio Galáctico. En ese caso, ya os lo comunicaré -si me dejan-.

El resto, mucho cachondeo, notitas por todas partes, y -esto me va a pesar- mucho Facebook abierto. Esa pregunta se me quedo en el tintero, ¿Facebook por placer o por negocios?. Quizás la próxima vez termine soltándolo.

Las empleados muy amables todos, desmontando el prototipo de publicista engreído y vanidoso. Todos muy cercanos y humildes. Todos coincidieron en que no hay una fórmula exacta para llegar a trabajar ahí. Quizás la fórmula se establezca de esta manera:

  • Suerte: 40%
  • Trabajo: 59%
  • La simpatía que te tenga Darth Vader: 1%


Si sois unos entendidos del tema, preguntareis "Hey! ¿Que hay del 70% lo buen pelota que tienes que ser?" Pues bueno, puedo decir que según ellos, de eso cuanto menos, mejor. Si que es verdad que hay que tener buenas relaciones y cuantas más mejor, pero eso no incluye el ser pelota. Más bien la simpatía que produzcas, y el ser un sabelotodo que cree que no le queda nada más por aprender, no ayudará en lo más mínimo. La humildad suma puntos, chicos.

Otro aspecto que me llamó la atención fue la gran cantidad de botellas de alcohol que por ahí habían (cerradas, casi todas...). Sabemos que hasta los mejores artistas de todo tipo -escritores, pintores, escultores, etc- se motivaban de esta manera y no perder su puesto en la escala de la notoriedad. Un claro ejemplo es Jack Kerouac con su libro "En el camino", o Stephen King con "El resplandor".  Incluso la obra de "Doctor Jekyll y Mr. Hyde". OJO, no insinúo nada. Me pareció una anécdota cómica, sin más.

Pasados los 45 minutos y habiendo tenido una idea mucho más clara de lo que significa trabajar en publicidad, subimos unos pocos a la planta de arriba, donde se encontraba la dirección de arte. Muchos Macs, focos, trípodes etc. La charla la tuvimos en una pecera de cristal con un Senior y dos Juniors. Todos muy majos, humildes y capaces de responder con creces nuestras preguntas. Los Juniors habían entrado hacia relativamente pronto, apenas hacía 1 año y otro apenas un mes, ambos para trabajar en la cuenta de Audi (WOW!).

Así que bueno... en resumidas cuentas, estas fueron mis conclusiones de mi visita a DoubleYou Barcelona.

  1. Si quieres conseguir un buen trabajo en una agencia como DoubleYou, tienes que saber venderte. Es tu primera prueba. Si lo consigues, tienes un pie dentro.
  2. La vanidad y la prepotencia no tienen cabida ahí.
  3. Que no trabajes en una agencia, no significa que puedas crear tus cosas de manera independiente: un blog, una fotografía cada día durante un año, una gráfica propia, etc. La creatividad no está creada por el dinero, ahí es donde entra la pasión que cada uno encuentra al trabajar en la publicidad.
  4. La suerte y los contactos, factores importantes
  5. La experiencia suma puntos, así que hay que aprovechar las prácticas que hagas durante tu carrera.
  6. Trabajo en equipo, saber trabajar con más gente es vital, así como el buen rollo y las buenas relaciones con el resto de compañeros. Terminarán por convertirse en tu familia y si eso funciona, se proyectará en todo aquello que hagas.
  7. Hay que saber adaptarte al medio. No estancarte en una única cosa. Potenciar tus puntos fuertes, pero no dar por perdidos los débiles
  8. Empieza un proyecto propio, crea algo. Tienes las herramientas necesarias. Y como ellos dicen, todos somos creativos.
  9. No hay un único camino para llegar a donde quieres estar. Lo mejor que puedes hacer, es desviarte del camino común, aprender de forma empírica y ganar experiencia. "Todos los caminos llevan a Roma", decía mi abuela. Pero no abuela, te equivocaste. Uno te lleva a la gloriosa Roma y otro te puede llevar al uniforme del McDonalds. Ahí es donde entras tú y tu suerte.
  10. http://www.youtube.com/watch?v=-bzWSJG93P8

    Eduardo Almeida Medina, informando para "La galería del publicista"


domingo, 13 de mayo de 2012

Motivator. La aplicación que app contra los bajones



Todos hemos tenido debates existenciales en algún momento de nuestra vida. Quien más o quien menos, todos los hemos tenido.

Pongámonos en situación: ¿A quién no le ha dado un gatillazo durante el gran momento,  ese que tanto llevabas esperando y que tanto te ha costado lograr? Después de todo este tiempo, después de haber utilizado todas y cada una de tus armas de seducción..., ¿todo este esfuerzo para tener un gatillazo?

De eso nada. Deja de hiperventilar, guardate la pistola en la funda, y smartphone y auriculares en mano, ve al baño y descárgate la aplicación Motivator.

¿De que se trata? Bien, Motivator es una aplicación para smartphone desarrollada por la agencia Tiempo BBDO que cuenta con 6 discursos motivadores de más o menos enjuria.

Probablemente pienses: Después de darme el gatillazo de mi vida, ¿por qué marranas debería ponerme a escuchar a alguien darme ánimo?. Menos prepotencia y escucha:  “Estamos cansados de decir, lo más coherente es hacer cosas para cambiar la situación, ¿no?” Así lo cuenta Siscu Molina, director creativo de la agencia. Como hemos visto en clases, hay que saber escuchar al consumidor, para poder ofrecerle lo que mejor se adapte a sus necesidades. Motivator no solo hace eso, sino que además le da respuesta directa, en un tono impersonal y directo.

La aplicación -a pesar de seguir en fase experimental- cuenta ya con miles de descargas. Mañana es lunes”, “No abandonar el blog”, “Después del Gatillazo”, “Voy borracho y quiero llamar a mi ex”, “Ir al gimnasio” y “Me siento gorda”.Discursos divertidos y cargados de humor que todos hubieramos querido oir en algún momento de nuestra vida, acompañados además de una música épica y bélica que ayudará a levantar tu ánimo -y quien sabe si alguna que otra cosa más-

Motivator ha sido un proyecto colaborativo en el que Tiempo BBDO (a través de su plataforma Tiempo B) ha puesto la idea, NostroStudio la programación y BSO el sonido. Está ya disponible en la app store de iTunes.


Eduardo Almeida